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La Estación: escondida sorpresa en el centro de Cuenca

La Estación: escondida sorpresa en el centro de Cuenca

Gerardo Rubio, dj desde hace décadas, emprendedor nato y veterano en el sector, nos sorprende con este local de céntrica ubicación.

Visitamos un establecimiento donde sus cenas con música de todas las décadas los fines de semana se convierten en un punto de reunión y reclamo, tanto para nostálgicos de otras épocas doradas conquenses como también para los amantes de la buena música.

- Gerardo, ¿desde cuándo te dedicas a la hostelería y cuál ha sido tu trayectoria?

Yo empecé con diecisiete años a pinchar en El Otema y dar extras en La Pérgola. Gran parte de mi vida he estado de pinchadiscos en El Pepe, en La Pati, en El Jovi, en ADN… Al mismo tiempo que pinchaba música, mi segundo oficio era el de ser camarero. Antes de emprender esta última aventura he estado llevando durante cinco años El Refugio, en el camping-caravaning de Cuenca.

- Al final, entonces, os decantasteis por este de La Estación…

Sí, así es. Al no poder llevar ambos negocios por temas de incompatibilidad horaria y de calendario, opté por este local. La instalación de este local posiblemente sea la mejor del centro de Cuenca pero el problema que tiene es que está dentro de la misma estación de autobuses, que es interior. También ocurre que la gestión anterior de este sitio ha ido más mal que bien, a lo que hay que sumar que estuvo cerrado dos años, cosa que pesa bastante a la hora de volver a retomar un negocio de estas características. Desde las navidades de 2018 lo llevamos y la suerte es que no tuvimos que hacer ninguna reforma en el local pues el anterior propietario hizo una reforma completa del establecimiento.

- ¿Como es vuestro público y cómo vais viendo la evolución del local?

En negocios como este, en el que tienes un restaurante con ochenta plazas y una cafetería de quince mesas, se necesita un trasiego importante de gente. De diario, la gente de los pueblos que viene es un cliente habitual, pero también es verdad que el número de viajeros en autobús ha bajado muchísimo, lo que se nota en ese flujo de personas que hasta aquí llegan. El viajero de los pueblos prioriza, además de la calidad, la velocidad a la hora de servirles, pues están pendientes de los horarios del autobús que tienen que coger.

Nosotros intentamos que la gente que dejó de venir aquí lo vuelva a conocer y vea que cubrimos muchas de las necesidades del viajero y del conquense que vive aquí. Otros clientes habituales son trabajadores en las entidades bancarias y gente de negocios que encuentran aquí un sitio discreto y tranquilo para charlar de sus cosas.

- ¿Qué tipo de cocina tenéis en vuestro local?

Nuestra cocina es casera, pero no de platos típicos como, por ejemplo, el ajoarriero, el morteruelo, etc., porque nos intentamos acoplar a las necesidades de la gente. Básicamente lo que se pretende es dar un buen servicio de cafetería para un lugar como este, tanto en desayunos como en comidas: hamburguesas, bocadillos, platos combinados…, con una calidad-precio que nos distinga y nos posicione dentro de las opciones existentes.
Un alternativa que está gustando mucho es que hacemos un guiso casero de cuchara cada día: judías pintas, arroz caldoso, lentejas, patatas con costilla… Ese el concepto de “casero” que queremos transmitir.  

- Hemos visto que los fines de semana tenéis menús especiales

Sí, el menú fin de semana está un poco más elaborado, y en el que puedes encontrar un plato caliente —a menudo es un arroz caldoso, porque muchos clientes nos lo piden y les gusta mucho— y una carne o un pescado, incluyéndose la bebida y el postre.

Luego tenemos los combos, que solicitan mucho los grupos, ya que piden entrantes distintos, los comparten y, luego, elige cada comensal un segundo plato.

- El servicio que podéis dar a los niños que vienen con sus padres también son un punto fuerte en vuestro negocio

Sí, tenemos platos especiales para ellos y un espacio específico en la misma parte de arriba para que jueguen y los padres estén tranquilos.

- Háblanos de esa cenas con música que preparáis los fines de semana…

Para las noches tenemos platos más elaborados para compartir (medallones de solomillo, tacos de bacalao, costillar al horno, gambón…). Y es en estas mismas noches donde queremos aprovechar que, cuando se estén llegando a los postres, poner música según los gustos de los que estén cenando. Que hay gente de unos sesenta años, pues les pongo música del Otema; que vienen personas rondando la cincuentena, pues les pongo música del Jovi o del Pepe. La música se puede ver también, porque lo que se escucha son vídeos, con música mezclada como si fuera una discoteca normal. Además, si luego a los comensales les apetece tomar una copa o un cóctel, María Jesús, mi mujer, que trabajó tres años en Jovi y Los Clásicos, pues les prepara lo que más les apetezca.

El salón que tenemos abajo es perfecto para grupos, eventos, reuniones familiares, con un aforo de hasta ochenta personas. En este mismo salón cedemos de forma gratuita un espacio para que los artistas que así lo quieran puedan exponer sus cuadros.


Desde Bares de Cuenca no queremos de dejar de darle las gracias a Gerardo por habernos recibido con tanta amabilidad.


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